En el corazón del mensaje de Jesús está la Gran Comisión: “Id y haced discípulos de todas las naciones” (Mateo 28:19). Esta es una llamada a la iglesia para llevar el evangelio a todos los rincones del mundo y hacer discípulos que sigan a Jesús. Creemos firmemente en la importancia de implantar iglesias y hacer discípulos en todos los lugares del mundo, y aquí te explicaremos por qué.

La expansión del Reino de Dios

Implantar iglesias y hacer discípulos es fundamental para la expansión del Reino de Dios en la Tierra. Jesús nos enseñó a orar: “Venga tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo” (Mateo 6:10). Al establecer iglesias y hacer discípulos, estamos llevando el mensaje del evangelio a aquellos que aún no lo han escuchado, permitiendo que el Reino de Dios se establezca en sus vidas y en sus comunidades.

El mandato de Jesús a su iglesia

La Gran Comisión es un mandato directo de Jesús a su iglesia. Él nos ha dado la responsabilidad de llevar su mensaje de salvación al mundo. Al implantar iglesias y hacer discípulos, estamos cumpliendo con este mandato y obedeciendo a nuestro Señor.

La importancia de hacer discípulos

Hacer discípulos no se trata solo de llevar a las personas a la fe, sino de ayudarles a crecer y madurar en su relación con Jesús. Jesús nos instruyó a enseñar a los nuevos creyentes “que guarden todas las cosas que os he mandado” (Mateo 28:20). Al hacer discípulos, estamos capacitando a otros para que vivan de acuerdo con los principios y enseñanzas de Jesús, lo cual impactará positivamente en sus vidas y en la sociedad.

El testimonio de la iglesia

Implantar iglesias y hacer discípulos también es un testimonio poderoso para el mundo. Cuando la iglesia cumple con su llamado de llevar el evangelio a todas las naciones, muestra el amor y la gracia de Dios de una manera tangible. Esto puede tener un impacto significativo en la vida de las personas y puede llevar a una transformación tanto individual como comunitaria.

El papel de cada creyente

Implantar iglesias y hacer discípulos no es solo responsabilidad de los líderes de la iglesia, sino de cada creyente. Todos tenemos un papel que desempeñar en la Gran Comisión. Ya sea compartiendo el evangelio con nuestros vecinos, apoyando a misioneros en el extranjero o involucrándonos en el discipulado de nuevos creyentes, todos podemos contribuir a la expansión del Reino de Dios.

En resumen, la implantación de iglesias y el hacer discípulos son fundamentales para la misión de la iglesia. Al llevar el mensaje del evangelio a todos los rincones del mundo y ayudar a otros a crecer en su relación con Jesús, estamos cumpliendo con el mandato de Jesús y expandiendo el Reino de Dios en la Tierra. Todos tenemos un papel que desempeñar en esta tarea, y juntos podemos marcar la diferencia en el mundo.

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